Durante su gestión de 10 años, detuvo por diversos delitos a decenas de integrantes de su familia.
Agencia EFE
Un jefe de policía de la localidad de Heizhugou, provincia de Sichuan (suroeste de China), ha arrestado a 48 familiares por diversos delitos durante 10 años de servicio, informó hoy el diario "Sichuan News". El agente, identificado como Laobulaluo y perteneciente a la minoría étnica Yi, se define a sí mismo como un hombre amante de la amistad y de la familia. "Pero cuando este sentimiento entra en conflicto con la ley, tengo que elegir la justicia", aseveró Laobulaluo, que ha detenido a hermanos, primos y parientes suyos y de su esposa. Hasta final de octubre de este año, el policía había llevado a comisaría a 48 familiares infractores, 25 de los cuales fueron condenados o destinados a centros de reeducación. Otros casos. En marzo de 2000, uno de sus hermanos y otros dos primos hirieron a tres profesores de una escuela primaria, y fueron sentenciados a 3 años, uno y medio y 6 meses de cárcel, respectivamente. Laobulaluo tampoco sintió piedad por otro primo, implicado en un caso de fraude de 5.000 yuanes (575 euros) y también lo llevó a comisaría. Los vecinos del agente declararon al rotativo no comprender el comportamiento de Laobulaluo, quien se enfrenta a las lágrimas de sus padres y a los ruegos de sus otros hermanos. Pero para el incorruptible policía no existe ese conflicto: "Tengo que tratarlos según la ley, no importa si es mi pariente o no", zanjó.
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Un jefe de policía de la localidad de Heizhugou, provincia de Sichuan (suroeste de China), ha arrestado a 48 familiares por diversos delitos durante 10 años de servicio, informó hoy el diario "Sichuan News". El agente, identificado como Laobulaluo y perteneciente a la minoría étnica Yi, se define a sí mismo como un hombre amante de la amistad y de la familia. "Pero cuando este sentimiento entra en conflicto con la ley, tengo que elegir la justicia", aseveró Laobulaluo, que ha detenido a hermanos, primos y parientes suyos y de su esposa. Hasta final de octubre de este año, el policía había llevado a comisaría a 48 familiares infractores, 25 de los cuales fueron condenados o destinados a centros de reeducación. Otros casos. En marzo de 2000, uno de sus hermanos y otros dos primos hirieron a tres profesores de una escuela primaria, y fueron sentenciados a 3 años, uno y medio y 6 meses de cárcel, respectivamente. Laobulaluo tampoco sintió piedad por otro primo, implicado en un caso de fraude de 5.000 yuanes (575 euros) y también lo llevó a comisaría. Los vecinos del agente declararon al rotativo no comprender el comportamiento de Laobulaluo, quien se enfrenta a las lágrimas de sus padres y a los ruegos de sus otros hermanos. Pero para el incorruptible policía no existe ese conflicto: "Tengo que tratarlos según la ley, no importa si es mi pariente o no", zanjó.
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